Diciembre 2009
El lanzamiento del más reciente trabajo discográfico de Alejandra Guzmán se vio opacado por el escándalo de la operación estética que casi le cuesta la vida. A continuación presentamos algunos de los momentos polémicos en su trayectoria.
14 de marzo de 1998.Alejandra Guzmán se casa por las leyes mexicanas con su novio judío, el empresario millonario Farrel Goodman, con quien contrajo matrimonio sorpresivamente hace un par de semanas en Miami, Florida.
23 de junio de 1998. Farrel Goodman es detenido en el aeropuerto de Dusseldorf, Alemania, cuando se disponía a viajar a México con un cargamento de 1.6 kilos de tabletas de éxtasis que había adquirido en Holanda.
Septiembre de 2002. La cantante es amenazada de ser emplazada judicialmente por su ex representante, el abogado Alfredo Castellanos, quien declaró que la demanda sería por fraude y conspiración, entre otros motivos, aunque se negó a ofrecer detalles al respecto.
Abril de 2003. Con apenas seis semanas de embarazo, la rockera pierde a su bebé, después de que es internada de emergencia.
Abril de 2004. Gerardo Gómez de la Borbolla, prometido de Alejandra es acusado de mantener nexos con una banda criminal que dirigía Aníbal Carrillo, sobrino del narcotraficante Vicente Carrillo.
26 de enero de 2005. La intérprete de Lipstick asegura que los rumores que Gerardo Gómez de la Borbolla ha difundido en distintos medios de comunicación, sobre que ella es una golpeadora, son totalmente falsos. «Nunca le pegué, soy agresiva, pero no violenta. Cuando me di cuenta que vendía las fotos que me tomaban, casi me le echo encima, pero la verdad es que se me fue, no lo puedo negar, soy Guzmán, y tengo mi carácter, pero nunca lo golpeé».
23 de julio de 2008. A nueve días de su hija Frida Sofía fuera hospitalizada por ingerir alcohol y pastillas, el paradero de la intérprete aún se desconoce. Sin embargo, crece el rumor de que la Guzmán está en un centro de rehabilitación.
6 de agosto de 2008. Alejandra confirma que estuvo en una clínica de rehabilitación contra las adicciones, así como su hija Frida Sofía, de quien dice ha aprendido la lección.
La intérprete confiesa que decidió internarse para tener fuerzas para salir adelante y ayudar a su hija Frida. «Yo me fui por decisión propia, en agosto 10 hace un año pasó lo del cáncer, no tuve la misma fortaleza, no me sentía como me sentí hace cuatro años, y por eso cuando decidí hacerlo, lo hice con ayuda incondicional».
23 de octubre de 2008. En una entrevista concedida al periódico semanal Latino, Alejandra Guzmán lamenta el trato que recibe de la prensa mexicana y reconoce que le gustaría que hablaran «más del arte y de mi música que de mi cul…». Guzmán también dice que mientras su público le siga siendo fiel, le importa poco lo que digan los medios de comunicación de su país.
«Yo digo la verdad y no les parece, les jode -señaló-. A todos nos jode la presión de los medios, que se ocupen más de hablar de mi vida que del arte y lo hacen no para joderme sino porque eso es lo que vende -aseguró-. Publican que Alejandra está en una clínica de adicciones y no ven que para eso se necesitan huevos, cojones, y que no hay mucha gente que realmente acepte sus debilidades y sus errores.
7 de octubre de 2009. Se da a conocer que Alejandra está al borde de la muerte y se encuentra internada en un hospital de la ciudad de México, donde tratan de salvarle la vida.
15 de octubre de 2009. Los médicos le extraen de los dos glúteos y del cóccis la sustancia dañina que le fue inyectada en la clínica de Valentina de Albornoz en abril pasado. El cirujano plástico y amigo de Guzmán desde hace más de 20 años, Raúl López Infante, declara a un programa de televisión de espectáculos, que lograron sustraer el tejido dañado, el cual será enviado a un patólogo para determinar la naturaleza de la bacteria.
20 de octubre de 2009. De buen humor, sentada en una silla de ruedas, Alejandra Guzmán es dada de alta del hospital tras permanecer más de 15 días internada y declara: «Eso es lo que no se vale, que la gente se aproveche, que te engañe, que te mate, porque al final te mueres y eso es lo que no se vale. Yo a esta señora (Valentina de Albornoz) le creí y mira nada más adonde he llegado, pero la lección ha sido muy grande, lo mejor es que estoy viva».