17 de Marzo 2010
Al festejo de Alejandra Guzmán no faltó casi nadie: En primera fila se encontraban su mamá, la primera actriz Silvia Pinal; su padre, el cantante Enrique Guzmán; sus hermanos; y hasta el doctor Raúl López Infante, el cirujano que hace unos meses le quitó a la cantante una placa de plástico de 20 por 25 centímetros que se le había formado y subido al cóccix. Sólo su hija Frida Sofía fue la gran ausente en el listado anterior.
«Mis problemas ya los he dejado atrás (…) esta noche también vino mi doctor, porque sin él, yo no estaría aquí», expresó Alejandra Guzmán, anoche, durante el concierto que realizó en el Palacio de los Deportes, para festejar 20 años de carrera musical.
Tal como lo había anunciado «La Guzmán», la de ayer fue una noche muy especial. La llamada «Reina del Rock» presentó un espectáculo más innovador (con pirotecnia, pantallas LED, bailarinas y una pasarela para ir del escenario a la mitad de la pista), y deleitó a sus 12 mil fans (según cifras de Ocesa) con un repertorio integrado por todos sus éxitos, mismos que mantuvieron el ánimo del público siempre encendido durante las más de dos horas que duró el show.
Fiel a su estilo irreverente, la interpreté se dio el lujo de bromear con diversas situaciones que la han hecho vulnerable a ser objeto preciado de la llamada «prensa del corazón», como la pelea que protagonizó en enero pasado, cuando viajaba en un avión e intercambió golpes con una mujer.
«¡Levanten la mano los enamorados! ¡Levanten las manos los desmadrosos!, ¡Levanten la mano a los que les gusta mam… en el avión!», gritó la cantante de 42 años, acallando entonces aquel rumor que circuló en enero, de que la razón por la que entabló la pelea con la mujer en el avión fue porque la segunda le sorprendió realizando sexo oral durante el vuelo, y registró la escena tomándole fotos con su celular.
El concierto comenzó a las 20:30 horas, después de la participación del grupo juvenil Nina Pilots. Tras realizar un ritual prehispánico, Alejandra Guzmán salió al entarimado ataviada con el penacho que luce en la portada de su más reciente álbum, «Único», y un bikini negro que permitió admirar el escultural cuerpo de la polémica cantante.
Visiblemente emocionada, eufórica, platicadora, desinhibida y agradecida, La Guzmán cuidó hasta el más mínimo detalle para ofrecer un concierto especial para conmemorar dos décadas de música. Lo malo fue que durante casi todo el concierto enfrentó problemas de audio que hicieron que el sonido subiera y bajara considerablemente.
El repertorio incluyó las canciones más representativas de sus 13 discos en estudio. La cantante abrió su show con «Soy sólo un secreto», para luego deleitar a sus fans con «Un grito en la noche», «Mírala, míralo», «¿Por qué no estás aquí?» (el segundo sencillo de «Único»), «Toda la mitad» (en una versión jazzeada con todo y un trío de metales), «Diablo», «La ciudad ardió», «Ven», «Rosas rojas», «Loca», «Mentiras piadosas», «Reina de corazones» y «Guerra fría».
Sin invitados especiales en el escenario y varios cambios de vestuario, «La Reina del Rock» se bajó del escenario, en una parte del show, para abrazar a su papá, y cantar un fragmento de «La plaga» con él, aquella canción que su progenitor popularizó en la década de los 60, y que catapultó a Alejandra Guzmán cuando inició su carrera hace 20 años.
Fiel a su compromiso de lucha contra el cáncer de mama -después de convertirse en sobreviviente de esa terrible enfermedad-, en el concierto de Alejandra Guzmán se vendieron pulseras, cuyas ganancias serán destinadas para regalar mastografías a mujeres de bajos recursos, causa con la que la cantante se ha visto comprometida en otras ocasiones.
A la lista de canciones que interpretó La Guzmán se sumaron «Amor en suspenso», «Luz de luna», «Eternamente bella», «La plaga», «Hacer el amor con otro», «Mala hierba», «Ten cuidado con el corazón» y «Quiero armar un escándalo».
Después de su presentación en el Palacio de los Deportes, Alejandra Guzmán se prepara para la gira que ésta dará en diversas ciudades de Estados Unidos, el junio.